La transmisión de los conocimientos arquitectónicos es un tema que preocupa a las sociedades y a los arquitectos desde la antigüedad, es en Roma donde encontramos el primer referente claro, en forma de tratados. A lo largo de la historia el arquitecto, desde el gremio, transmite sus conocimientos a unos discípulos que ejercerán en un futuro su profesión.
Desde el Renacimiento, el arquitecto emerge como figura protagonista en la arquitectura, se hace consciente de su papel transformador de las sociedades y las épocas, y con ello nace una renovada necesidad de comunicar a las futuras generaciones ese proceso desde dentro.
Y precisamente este último punto cobra especial relevancia cuando llegamos al
Movimiento moderno, cuando la percepción de la arquitectura cambia totalmente,
Encontrando firmes apoyos en las figuras de los grandes maestros modernos.
En consecuencia, la labor de estos maestros en lo referente a la enseñanza de la arquitectura es fundamental, tanto para su propia carrera, como para el futuro de la arquitectura, en cuanto a su metodología, como lo que propiamente enseñaron, cuestiones que estudiaremos en el caso de uno de ellos, Mies van der Rohe
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En conclusión, la correspondencia entre lo que Mies enseña y lo que Mies hace es total, es por ello por lo que podemos hablar de un maestro.
Es plenamente consciente de la importancia del proceso educativo y se involucra muy activamente en el, sabiendo que el maestro, por el propio sentido de su condición, debe enseñar, y es así como lo hace, generando una serie de repercusiones y teniendo unas consecuencias que se dejan sentir hasta el día de hoy.
